La otra cara de la Leyenda

Capitulo 5: Al rescate del rey.

"Increíble" fue lo único que pudo articular el joven zorruno; estaba tan maravillado con el relato que su imaginación dibujaba cada escena de ese triste pasado y al parecer no era el unico, ya que sin que se dieran cuenta otras personas se habían aglomerado para escuchar tan fantástica historia. Sin embargo el muchacho tenia muchas inquietudes que hubiera querido exteriorizar, aun así decidió callar, tal vez al final saciaría su sed de curiosidad.
El anciano en cambio estaba sereno, bebió un poco de agua de una vieja botella que tenia atada a su gruesa cintura, entono su garganta y continuo.

La sorpresa dejo rápidamente desarmada a la doncella, se descubrió de inmediato el rostro e iba inclinarse para saludar apropiadamente a su inesperado visitante, pero el la detuvo diciendo.
- Somos de la misma familia.
Entonces ya entrados en confianza Mariam le invito a comer y beber junto a ella en la fogata, espero que su invitado se saciara y repusiera energía para después saber el motivo de su visita.
- En uno de mis muchos viajes.- Dijo.-Creo fervientemente que Alah ha dispuesto que encontrase a tu primo Ricardo.
La visita de Hassam fue inesperada, pero enterarse que su primo estaba con vida la dejo sin palabras un momento.
- Se que es difícil de creer pero estoy seguro de ello, ademas ¿no dijiste que había desaparecido sin dejar rastro?.
- ¿Pero donde le haz encontrado? ¿porque no ha vuelto a su reino estos cuatro años? ¿Porque nos dejo a merced de este miserable bellaco?
Demasiadas preguntas a la vez pensó Hassam, pero su inmensa paciencia le ayudo a entenderla, después de todo si Ricardo estuviera en su trono nada de esto hubiera pasado y la realidad de Nottingham seria otra, asi que respondio docilmente.
- Le he encontrado en Normandia, asistiendo a un humilde herrero.
La respuesta contrario a la doncella y penso que quiza Hassam se habia confundido, el leyo la duda de sus ojos y argumento.
- No me cabe duda, sus rasgos fisicos son identicos a los que una vez me describistes; sospecho que ha perdido la memoria a causa de algun hechizo.
Mariam se limito asentir y considero valida la respuesta, despues de todo se rumoraba que Sir Hiss era un habilidoso hechizero, posiblemente el y Juan hayan planeado algo tiempo atraz; por otro lado Hassam era muy perceptivo y era dificil que se equivocara; entonces decidio creer, se levanto, camino en circulos por unos momentos y pregunto.
- ¿Hay alguna forma de ayudarle?
Hassam acaricio su menton y respondio.
- Hay una forma pero necesito un objeto que tenga valor sentimental o algo que le recuerde su antigua vida.
Mariam escudriño en su mente por unos minutos, luego recordo un amuleto, recuerdo de la difunta madre de ambos hermanos; tan preciada era aquella joya que nisiquiera el avaro de Juan se atreveria a comercializar.
- ¿Entonces que haras?.- Pregunto Hassam
- No pensaba hacer esto aun, pero no tengo otra alternativa me arriesgare a entrar al castillo.
- El castillo debe haber cambiado, deberias tomarte mas tiempo para analizar su estructura.
Mariam dirigio su mirada al cielo estrellado y con una sonrisa melancolica respondio.
- Aveces hay viejos trucos que nunca fallan.

A la mañana siguiente en la entrada principal del castillo se encontraban dos fortachones mal encarados custodiando la entrada, cuando de repente un leve ¡toc! ¡toc! ¡toc! irrumpio la tranquilidad matinal, sonaba pausado y hueco; luego a este inusual sonido se le sumo una suplica tan quebradiza y lastimera que podia herir a mas de algun corazon compasivo; a los pocos minutos aparecio una mujer de apariencia andrajosa, lentes oscuros, sosteniendo en su mano derecha un baston de madera y en la izquierda agitando una vieja y sucia taza que a lo mucho tenia un par de monedas dentro.
- Una limosna para esta pobre ciega, por piedad.
Los guardias al ver que se trataba de una mendiga ciega bajaron la guardia y sonrieron aliviados, pero ignoraban que en realidad era la doncella Mariam que habia adoptado el mismo truco que uso Robin años atraz; a paso lento pero seguro se acerco a las rejas de la entrada y finjio palparlas con su baston y manos curiosas.
Aparte de mal encarados los tipos eran toscos y carentes de compasión
- ¡Largo! nada hay para ti en la casa de nuestro señor.-Dijo el primero de los guardias.
- Por favor.- suplico.- Algo de comer el altísimo les bendecirá siempre.
- ¡Que te larges!.- agrego su compañero.
Mariam continuo suplicando por alimento, pero lo cierto era que estaba estudiando las posibles entradas y/o salidas ya que en la noche cometeria el asalto y de ser posible despacharia a algun villano.
Los guardias hartos de la insistencia de la mendiga se disponían a salir a sacarla a golpes cuando de repente escucharon a lo lejos una voz aunque delirante y cómica estaba llena de toda la autoridad posible.
Mariam quedo muda al ver a quien temian esos feroses soldados, era Lelo el torpe e inútil oficial del segundo escuadrón del ejercito real.
- ¿Que esta pasando?
- Capitan esta pordiosera insiste en que se le de alimento la echaremos enseguida.
- ¿Capitan?.- se dijo para sus adentros totalmente incredula.
- ¿Que clase de seres sois ustedes?.- Reprendio.- Aun en este reinado manchado de sangre y edificado de injustica debemos al menos conservar una chispa de piedad, abre la puerta yo me encargo.
Sin demora los soldados obedecieron a su superior y Lelo salio a recibir a la que el creia una inofensiva ciega.
- Acompañame.- Dijo tomandole la mano y posandola en su hombro.
Mariam se dejo guiar por el ahora capitan; sin embargo estaba perpleja, definitivamente de todo lo que pudo haber cambiado Lelo era el unico que no esperaba ver tal transformacion, su voz delirante y torpe fue lo unico que quedo de aquel idiota y la prueba mas irrefutable de ello era su mirada endurecida y cicatrices que recorrian sus brazos y rostro, quiza producto de batallas sangrientas.
Tanta fue la sorpresa que Mariam ni sintio cuando Lelo la condujo a otra seccion del castillo. Lelo se separo de ella y le dijo que aguardase, despues se dirigo a uno de los custodios de esa seccion y le ordeno.
- Llamad a Lady Kluk.
Al oir ese nombre se lleno de panico y a la vez de emocion, hace tanto que no la veia, aquella mujer que habia sido mas que una simple tutora, habia sido su amiga, su confidente en aquellos dias de ilusion y  dulces sueños; pero ahora no eran mas que añoranzas marchitas.
A los pocos minutos aparecio, ella tambien habia cambiado pero a diferencia del endurecido Lelo, su amiga expedia un aura gris, sus ojos era un libro abierto que contaba solamente penas y sucesos dolorosos.
Mientras Lelo, el guardia y Lady Kluck conversaban Mariam se dijo al verla en tan lamentable estado.
- Oh amiga mia como haz de haber sufrido.
Cuando la señora poso sus ojos en la supuesta mendiga, su expresion cambio pero no dijo nada al respecto solo la tomo de la mano y al igual que Lelo la guio.
- Ven querida te dare algo de comer.
Pero antes de que Lady Kluck se la llevara Lelo le advirtió.
- Haz tenido suerte de que yo te encontrara, si hubiera sido el Sheriff no solo te hubiera despojado de la poco que haz recogido si no que tambien te hubiera hechado de la peor manera, asi que por favor trata de saciar tu hambre y sed lo mas que puedas, pero cuando termines sigue tu camino y no vuelvas mas aquí, te lo digo por tu bien.
- Muchas gracias mi buen señor, Alah sabra recompensarte.- dijo al mismo tiempo que fingia buscarlo con sus manos temblorosas.
Una extranjera se dijo para sus adentros para después marcharse, ahora la supuesta ciega era responsabilidad de Lady Kluck.
Asi fue como Mariam logro tener acceso, no obstante no esperaba que fuera tan complicado sentimentalmente hablando, el castillo habia cambiado si, pero eso no impedia que su mente se transportara a un distante pasado lleno de color, juegos y esperanza; la nostalgia fue mas contundente cuando pasaron por el patio donde ella y Lady Kluck solian jugar al bagminton.
Pasaron 15 minutos desde que el recorrido inicio y aunque el andar de ambas era lento, algo andaba mal, estaban dando demaciadas vueltas para llegar a la cocina; entonces Mariam se atrevio a preguntar.
- Dispense si soy impaciente pero ¿falta mucho?
- Debes haberte contrariado con tanta vuelta.- Respondio amablemente.-Este ugar es laberintico y confuso pero estamos a punto de llegar.
Y asi continuaron por un rato mas hasta que se detuvieron, pero no en la cocina, si no una sencilla habitacion, entonces Mariam empezo a dudar e incluso espero alguna emboscada, pero antes que dijera algo Lady Kluck hablo.
- ¿Porque no me dijistes?
- ¿Disculpe?
Lady Kluck se volteo y redeo con sus brazos a la joven, tan sorpresivo fue que no le dio tiempo de reaccionar.
- ¿Tienes idea de lo mucho que sufri al convencerme que habias muerto? Mariam ¿porque te fuistes sin decirme nada?
Entonces Mariam ya no pudo actuar mas, Lady Kluck la habia reconocido desde el principio, asi que tambien le abrazo y entre llantos de alegria ambas amigas se reencontraron despues de 4 años.
Despues del emotivo encuentro lady Kluck aseguro la puerta para evitar ser sorprendidas por cualquier extraño y aunque segun ella era poco probable que algun aristocrata o guardia entrara las precauciones no estarian de mas; fue asi como la conversacion inicio, no obstante el lugar y el momento no solo era impropio si no que tambien muy riesgoso, por tal razon tanto Mariam como Lady Kluck compartieron muy a grandes rasgos lo que la vida habia hecho de ellas estos ultimos cuatro años. Como era de esperarse Lady Kluck llego al limite del asombro y la tristeza al conocer el sufrimiento que habia pasado su pequeña; Por otro lado el corazon de Marian prendia en colera si bien tenia una buena idea de lo que habia ocurrido, la version de su amiga definitivamente no tenia comparacion, esclavitud, muertes, guerras e injusticias eran las palabras mas sonadas, tambien hubo revelaciones interesantes, por ejemplo que Lelo y algunos incluyendola ocacionalmente ayudaba a los rebeldes.
- Siempre pense que Lelo seria fiel hasta el final.
- Algunos tienen sus limites querida, el perdio la fe desde que la guerra le arrebato la vida a tiro listo, ahora le da igual quien entra o quien sale del castilo, dice que no le importa si se trata de algun espia.
- ¿El supo que era yo?
- No lo creo, a el simplemente no le importa.
Mariam reprimio su colera apretando los puños y balbuceo.
- Cuando Ricardo regrese todo cambiara.
- Querida no tengas falsas esperanzas 4 años han pasado ya y no sabemos nada de el.
- No.- Exclamo.- Ricardo aun vive, ha sido encantado y ha perdido la memoria.
Aunque la noticia fue de gran alegria, Lady Kluck agrego.
- Muchos aqui seguimos siendo fieles al rey Ricardo, pero su regreso no solucionaria todo el problema, el caos y la destruccion que Juan a provocado ha servido para fortalecerlo, ya que muchos aunque a regañadientes ven a Juan como su señor eso incluye la mitad del ejercito, ejercito conquistado con sangre y muerte.
Mariam evaluo la respuesta unos minutos y despues dijo.
- Entonces pelearemos, despojaremos a Juan del trono y pagara, pagara por todo el mal que ha hecho, asi Robin finalmente podra descanzar en paz y yo tambien.-Finalizo con melancolia.
Entonces su amiga arqueo una sonrisa disfrazada de tristeza, sus palabras llenas de revanchismo le confirmaron que ya nada quedaba de la soñadora e inocente Mariam, ahora solo era una mujer que intentaba curar sus heridas mediante la venganza.
- Por eso he venido aca.- Agrego la joven.- Necesito el pendiente de la reina o cualquier objeto preciado para Ricardo, asi mi amigo podra liberarlo de la brujeria.
Lady Kluck se lo penso un poco, se levanto y fue al ropero, de alli saco una caja de madera con decoraciones doradas, en su interior habia una medalla de oro envuelta con un pañuelo blanco de seda, despues se lo entrego a Mariam y dijo.
- El pendiente que buscas esta en la otra nueva sección del castillo, es un área exclusiva de Juan y toda la corte real, esta fuertemente custodiado y la servidumbre común como yo no tiene acceso; cuando te vi supuse que tu tarea era memorizar la estructura del castillo, pero lo que viste es lo unico que puedo mostrarte.
Entonces Mariam entendio el porque de tantas vueltas y le agradeció.
- Esa medalla.- Agrego la señora.- Fue un regalo de su madre es lo único que pude salvar, ya que Juan ha borrado cualquier cosa que recuerdo a su hermano, estoy segura que les sera útil.
Con el objeto en Mano Mariam tenia todo lo que necesitaba, agradeció la ayuda de su amiga, se disfrazo de nuevo y se disponía a partir; pero Lady Kluck le detuvo de nuevo.
- ¿Has ido a visitar la tumba de Robin?
La pregunta la desmorono de inmediato y se limito a negar con la cabeza
- Creo que deberías hacerlo.- Sugirió.
- Como podria, no puedo si no hubiera sido por mi el aun estuviera vivo.
Su amiga le puso la mano en el hombro y dijo.
- No Mariam, no es asi, estoy segura que si le visitas podrás tener un poco de paz, incluso eso te ayudaría a trabajar junto con Little Jonh el ha sido nuestro soporte todo este tiempo, pero necesita toda la ayuda posible, solo piénsalo.
Mariam no respondio.
Lady Kluck supo que habia tocado un punto demasiado sensible y no insistió mas, entonces finalizo.
- Te acompaño a la salida, toma en cuenta lo que te dijo Lelo, hoy haz tenido suerte que Juan, el Sheriff y algunos miembros de la corte están ausentes.
Mariam se volvio a su amiga y le pregunto a que se debía.
- Lo ignoro.- Contesto.- Pero según los rumores Juan palideció cuando le dieron un recado, lamento no decirte mas pero como te digo de la servidumbre solo unos pocos tienen acceso.
Mariam lo entendio y le agradeció toda su ayuda, sin embargo no pudo evitar intrigarse ¿que noticia fue esa para obligar a Juan a salir de viaje?

Mientras tanto Hassam estaba escondido en un árbol observando con un telescopio ansiosamente, habian pasado 4 horas desde que Mariam entro al castillo y ya empezaba a preocuparse; temió que la hubiesen descubierto e incluso empezó a maquinar un plan para ingresar al castillo de noche.
Por fortuna la espera termino y pudo ver a Mariam que salia del castillo con una pequeña carga de provisiones; caminando a paso lento y fingiendo su ceguera se alejo del castillo, pero cuando se había alejado lo suficiente y se perdió de la vista de los guardias echo a correr y rápidamente se reunió con Hassam que le recibió calurosamente.
- Si, perdóname por hacerte esperar.- Se disculpo
- Esta bien pero ¿pudiste encontrar algo? ¿que paso allí dentro?
Pero Mariam tenia la vista fija en el castillo y no respondió.
- ¿Mariam?
- No pude sacar el pendiente pero creo que tengo algo mejor.- luego se volvió hacia el y finalizo.
- Vamos ya, te explicare todo en el camino.