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La era del caos

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kellyHyuga's avatar
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Capítulo 6: Un antes…



Estaba allí rustica y simple, rodeada de cerros y frondosas arboledas. Era allí, donde misteriosos guerreros habitaban, esos que desde el inicio de las eras habían jurado servir y proteger al portador del poder divino. Estrictas rutinas, reglas irrompibles los regían, más eso no les impedía sentir, después de todo ni las batallas, ni las heridas debía privarles el derecho de amar.
Paulatinamente la tarde se desteñía y bajo esta metamorfosis natural,  una mujer posaba sus manos sobre los hombros de una joven, mientras se despedía y le aconsejaba, incauta que esa sería la última vez que se verían.
Desde ese día la rutina marcial continuo, más esa joven esperaba, esperaba, sin embargo el tiempo se prolongó demasiado, hasta que finalmente la ilusión de su regreso se apagó como la fogata que se extingue por falta de oxígeno.
Aquella que partió no era nada más ni nada menos que la líder de esa aldea, pero al partir ella, hubo un vacío, ese que solo un líder podía llenar, entonces al igual que la chica perdió la fe de su retorno, así los ancianos y los pobladores en general perdieron la esperanza también, por tal razón era necesario elegir un nuevo sucesor; debía ser una persona fuerte, valiente y comprometida con su gente y la única persona que cumplía tales virtudes a pesar de su juventud era esa muchacha, fue entonces que se le cedió el mando y una pluma roja, símbolo de su nuevo rango.
Las experiencias antes mencionadas corresponden a Impa capitana y líder de los guerreros conocidos como Sheikahs.
Una semana después de su nombramiento la nueva capitana se había instalado ya en su despacho, su corazón estaba lleno de decisión pero también de dudas, ya que nunca imagino que el liderazgo se le cediera tan pronto, aun así susurro al vacío una promesa, que velaría por el bienestar de la tribu y serviría fielmente al portador del poder divino cuando este se presentara. El toque de la puerta la desligo de sus pensamientos; con la palabra “pase” autorizo la entrada de un joven de complexión atlética, ojos achinados color difuso y el cabello recortado.
- General Impa – Pronuncio el joven con respeto pero con un dejo de broma.
- Déjate de tonterías Akela – Reclamo Impa –  Se me nombro capitana, no general, ese rango solo se otorga bajo decreto real y lo sabes.
- Lo sé, solo bromeaba.
Luego el joven repaso su mirada por el despacho, al mismo tiempo que asentía a cada detalle decorativo que había en la habitación.
- Veo que ya no necesitas mi ayuda.
Impa sonrió y dijo.
- Al menos con la mueblería no, pero si para otros asuntos.
- Tú dirás… es decir lo que ordene capitana.
Impa Arqueo una sonrisa disfrazada de seriedad y contesto.
- En primer lugar sigo siendo la misma de siempre y segundo necesitare apoyo, serás mi mano derecha, más ahora que el desorden y la intranquilidad impera en nuestros territorios, nuestra misión será mantener proteger y mantener el orden, hasta que se soliciten nuestros servicios en el reino.
Akela se acercó, coloco sus manos en los hombros de la capitana y dulcemente contesto a su petición.
- No tienes que pedírmelo, desde que éramos unos chicos te he apoyado y será así siempre.
Tres años habían pasado desde que Impa asumiera el cargo y en todo ese tiempo su gestión fue tal cual un fulgor en medio de la penumbra, valiente e inflexible en el campo de batalla, pero dispuesta a escuchar estrategias, casi siempre se mantenía seria, pero en el fondo era muy cálida.  Así era la capitana la que a pesar de la amarga situación que vivía el reino no se dejaba doblegar por nada. No obstante el destino le tenía preparada una prueba, una que jamás hubiera imaginado.
Un día entre los días, la capitana recibió un informe, al parecer una banda de renegados se desplazaban por el occidente arrastrando muerte y destrucción a cada paso, sin embargo no fue esto por lo que decidió investigar personalmente el asunto, al parecer algunos Sheikahs provenientes del reino, intentaban detener el paso de estos rufianes, entonces un haz de esperanza brillo en el corazón de la actual capitana, talvez ellos pudieran darle esas noticias que tanto ansiaba escuchar. Impa siempre se caracterizó por su juicioso carácter pero al parecer en esta ocasión la impulsividad le había poseído, comportamiento que sorprendiendo a su amigo quien rápidamente intento disuadirla y tomar su lugar, más la terquedad de la capitana le impedía  desistir y escucharle.
- Al menos hazte acompañar de una tropa – Sugirió con cansancio su compañero después numerosos  intentos.
La capitana acepto la petición de Akela e inmediatamente este se retiró a seleccionar a los que la  acompañarían en esta misión, pero antes de eso el Sheikah dejo escapar un suspiro, en pos de su tristeza ya que sabía que por mucho que intentara mantenerse firme, Impa seguía esperando a alguien que posiblemente ya partió de este mundo.
A la mañana siguiente purpuras nubarrones ensuciaban la iluminancia del amanecer, mientras aves matutinas cantaban gozosas el inicio de un nuevo día, mientras en la aldea las actividades se habían reanudado ya, después de todo eran guerreros regidos por la disciplina. La capitana y su tropa que estaba compuesta por seis Sheikahs se disponían a partir, no sin antes de relevar momentáneamente el mando a Akela, quien juro hacerse cargo de la aldea en su ausencia, despedidas y encomiendas divinas se gastaron antes de que ellos se despidieran con un leve nerviosismo y un leve incremento en su temperatura corporal que se exteriorizo en sus mejías.
Así fue como la cruzada de estos guerreros comenzó, pasando por densas arboledas y polvorientos caminos, descansando únicamente cuando la noche envolvían la tierra de penumbra y misterio. En una de esas noches la capitana se dejó hipnotizar por el incandescente danzar de la fogata, esa noche pensaba, se reprendía, se preguntaba ¿Qué estará pasando con nuestra tierra? ¿Por qué paulatinamente la decadencia, la muerte y el dolor cobraban tanta fuerza? ¿Y si las cosas se estaban saliendo de control porque no pedir algún tipo de apoyo? Interrogantes sin respuestas, preguntas que se perdían en la soledad e hipnosis de la incandescente fogata.
Después de mucho andar la tropa finalmente llego a su destino en una rojiza tarde, pero el escenario que tenían frente a sus ojos era tristemente desgarrador, una aldea yacía quemada y demolida,  el viento barría polvo, cenizas y olor a muerte, lo único que había con vida eran los sepultureros naturales que volaban en círculos mientras que otros devoraban y peleaban por su botín.
El corcel de la capitana relincho inquieto, al parecer al igual que su jinete se estremeció por el funesto entorno.
- Busquen sobrevivientes - Ordeno la líder del grupo.
Sin demora los seis Sheikahs obedecieron su mandato, se separaron y buscaron algún sobreviviente. Pero mientras más avanzaban más decepcionante era el panorama, más triste fue saber que entre las victimas yacían dos Sheikahs.
- Parece ser que llegamos tarde – Expreso la capitana con pesar, luego recupero su seriedad con un suspiro y ordeno a sus subordinados – Buscaremos un poco más, si no encontramos a nadie con vida, haremos un breve funeral y regresaremos a la aldea.
Impa continuo marchando en medio del fantasmal y muerto entorno, hasta que una tabla se desplomo de repente, despertando velozmente sus instintos de ataque, la capitana dejo escapar una risita de alivio, burlándose de sí misma por dejarse dominar por los nervios. Luego en la distancia escucho las risas de un bebe, al principio pensó que sus nervios le estaban jugando una broma, pero después de analizar el sonido con detenimiento se convenció que era real, entonces sin perder un segundo busco su proceder, las fugases risas la condujeron a las ruinas de una casa, con su espada y poderosas patadas se abrió paso entre los escombros de madera, al final de los obstáculos encontró una mujer, tenía los ojos cerrados y su cuerpo estaba envuelto en una mágica energía en sus brazos sostenía un bebe, la mujer al sentir la presencia de Impa puso al pequeño de lado y con su temblorosa mano agarro un florete.
- Vienes a mí como enemigo – Pregunto aquella mujer.
- No – Respondió Impa – Pero declara tus intenciones ¿Dime qué haces con esa criatura?
La mujer abrió los ojos y al nomas tener contacto visual con Impa, rápidamente cambio su actitud defensiva, por una más suplicante, luego las lágrimas empezaron a empapar su rostro, confundiendo de inmediato a la capitana.
- Gracias a las diosas un Sheikah.
La mujer intento levantarse, pero rápidamente se desplomo quedando de rodillas, rápidamente pero sin obviar la cautela Impa se acercó, inconscientemente la capitana poso sus manos en la espalda de la mujer, de repente sintió cierta viscosidad, grande fue su sorpresa al mirarse las manos teñidas de sangre.
- Espéreme aquí iré por ayuda – Pidió la Sheikah mientras suavemente la coloco en el suelo, pero antes de retirarse, la mujer la detuvo e hizo que la escuchase.
- No hay tiempo, te pido por favor que me escuches.
- La sombra de la muerte está en su rostro - Pensó Impa con sumo pesar.
- Se quién eres, conozco a los de tu casta sé que tu palabra es sinónimo de honor, tras de mí se encuentra mi hija, su nombre es Zelda, he hecho lo que he podido para mantenerla con vida, pero por desgracia mi tiempo se agota, por favor, te lo pido, cuida a mi hija.
De inmediato un mar de emociones invadieron a la Sheikah  a tal punto que ninguna palabra salía de sus labios
- Te lo suplico noble Sheikah. – Reitero moribunda aquella mujer
Impa sabía que estaba a punto de comprometerse en algo totalmente nuevo, sin precedentes, sin embargo no quería que esa mujer partiera de este mundo con el remordimiento de que su hija quedaría en el abandono, así que asintió, sello su compromiso con estas palabras.
- Lo juro, por mi honor de Sheikah que velare por ella y vivirá entre nosotros.
- Gracias – Dijo la mujer – Ella es… es…
Lo que sea que tenía que decir fue interrumpido por un suspiro que despojo su alma a la eternidad, entonces Impa como último acto solemne pronuncio una letanía fúnebre al mismo tiempo que arrastro sus manos en los ojos del ahora cadáver para cerrarlos, luego un fugaz fulgor resplandeció en donde se encontraba la pequeña; curiosa por aquello Impa suavemente dejo a la mujer y fue a ver. Impa levanto a la bebe, busco la fuente de dicho resplandor pero no encontró nada, entonces se convenció que quizá aquello fue una ilusión, producto del estrés que acaba de pasar o quizá por culpa de los rayos de luz que se escabullían en la madera agrietada, pasado eso Impa observo a la bebe, rápidamente su corazón se embriago de una calidez nunca antes sentida, luego miro de nuevo el cadáver de su madre y prometió de nuevo, pero esta vez al vacío.
- Puedes morir en paz, ella estará a salvo conmigo, crecerá y vivirá entre nosotros.
Poco tiempo después los demás Sheikahs estaban reunidos en lo que fue una plaza,  sus expresiones caían decepcionadas al no encontrar ningún rastro de vida, fuera de las aves carroñeras.
- Miren es la capitana – Dijo uno de ellos al ver que ella se acercaba a la distancia.
Rápidamente la escolta se reunió con ella e informaron que no habían encontrado ningún sobreviviente; antes de responderles Impa descubrió el pequeño bulto que tenía delicadamente envuelto entre mantas y su bufanda negra.
- Si la hay ella es la única.
Los subordinados se miraron unos a otros con sorpresa, luego uno de ellos se atrevió a preguntar.
- ¿Que hacemos ahora capitana?
- Volveremos a la villa - Respondió con toda autoridad – Ya que a partir de ahora tengo nuevas responsabilidades que cumplir.
Un capitulo bastante revelador, tanto que he echado por el traste el misterio y la acción que caracteriza a este fic, no obstante hay cosas que han quedado en el aire, cosas que se revelaran a su debido tiempo.

Por otro lado dejaremos a Link tranquilo para enfocarnos en la protagonista Zelda en este caso.

La Impa que describo en esta flashback es una mas joven y en tiempo presente sera la de Hyrule Wariors
Espero disfruten esta rareza y gracias por pasarse por acá  

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Oscuridad
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Aunque la sangre no nos una

Capitulo 7
La esencia de un amor que no existe
Capitulo 8
© 2015 - 2024 kellyHyuga
Comments2
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AngelJasiel's avatar
ahhh, es Zeldaa!!, con razon parece que en el reino no hay gobernante, no hay quien ponga todo en orden.
me pregunto que habra pasado y porque zelda esta viajando.
lo sabia, Impa y Akela tienen "algo". XD